viernes, 30 de mayo de 2014

Ah, ¿pero tú vas al gimnasio?

Ayyy, diez días el blog sin actualizar, esto no puede ser, cuando empece con esto pretendía ser bastante más constante con los posts, pero es que entre mi poca claridad mental y la falta de tiempo, es que no me da la vida: Madruga para ir a trabajar, ve al gimnasio, pásate a ver un rato a G, luego vuelve a casa, haz la comida del día siguiente, otra vez a dormir, pero claro también hay que limpiar la leonera en la que se empieza a convertir mi casa de vez en cuando (en serio, el otro día había una pelusa detrás de la puerta que me grito piedad antes de masacrarla con el aspirador). Así que el tiempo libre comienza a ser entre inexistente y una utopía, porque claro, ahora tengo una nueva ocupación, ah pero si ya te lo he contado ahí arriba, veis como no tengo yo la cabeza demasiado despejada, bueno pues vamos a ello, pero antes una breve introducción, así que dale al play para ponernos en situación y sigue leyendo.






En los peligrosos parajes de la marisabána existe un espécimen realmente peligroso y conocido por todos, la marica mala, la MM posee diversos modos de ataque, de los que hoy vamos a estudiar dos:

- El saludo a la lorza: La marica mala con movimientos felinos se irá acercando a ti con intenciones en principio inofensivas (ah incauto, acaso la música no te ha puesto en guardia) y en el momento del saludo, que por supuesto hará lanzando dos besos al aire juntando mejilla con mejilla, posará su mano justo por encima de tu cadera, en lo que podríamos llamar la lorza lateral, hará una leve pinza con los dedos y dirá: "Estás más gordito eh". Lento, sigiloso, pero efectivo.

- La réplica aguda: En cualquier tipo de conversación hay que estar atento hacia las reacciones de la MM y siempre estar en guardia (¿que se te ha acabado la música?, dale al play otra vez joder que el YouTube es gratis), por que si uno se relaja por un momento puede pasar algo como lo siguiente:

- Desgayficando: Bla bla bla bla bla, si porque cuando salí el otro día del gimnasio

- Marica Mala (saltando como un resorte ante semejante oportunidad): Ah ¿pero tú vas al gimnasio?

Impacto súbito, rápido y sin posibilidad de respuesta.



A que viene todo esto pensarás, pues básicamente a que quería meter la música del hombre y la tierra de alguna manera y no sabía como, y además para contar, que si, me he vuelto a apuntar al gimnasio (#yonodigogym). En vistas de que el tema de las lorzas se me estaba yendo de las manos y que como dice la majísima de mi amiga la dramaqueen empezaba a tener cuerpo estufa, tome la decisión y me apunté a un gimnasio como ya lo había hecho hace algunos años.
En primer lugar hay que estudiar a que gimnasio apuntarte, Internet ha hecho que esto sea bastante más fácil, aunque me sigue pareciendo alucinante que muchos gimnasios no publiquen sus tarifas en la web y te obliguen a tener que llamar o ir hasta el propio gimnasio para preguntarles, como si así fuera más fácil convencerme si el precio no me convence. En vistas de mi delicada (por utilizar un eufemismo) economía, rápidamente me decidí hacia las típicas cadenas de gimnasios, que suelen ser más baratos y mirando de nuevo el extracto de mi cuenta bancaria empecé a mirar las cadenas de gimnasios low cost como le llaman ahora, entre ellas me decidí por una de las más básicas, pero con dos puntos a favor importante, en primer lugar tienen un gimnasio cerca del trabajo, otro cerca de casa de G y otro cerca de dónde suelo dejar el coche, así que por ahí todo bien, y en segundo lugar la posibilidad de dar clases, que yo ya me conozco, que a mi el tema de las pesas y las maquinistas me acaba cansando y el tema de poder estar en alguna clase colectiva me motivaba mucho más.

En fin, el mundo del gimnasio tiene tantas posibilidades para comentar, en primer lugar el personal, que va desde el típico Mazinger que grita mientras levanta una mancuerna más grande que tu cabeza, pasando por las niñitas que se pasan el día mirando a los musculitos y ligando con ellos (en ciertos gimnasios ésto también es aplicable a los gays), hasta los jubilados que se aburren en casa y bajan a hacer un poco de bici estática, entre la enorme fauna que podemos encontrar siempre me he sentido atraído (por cómica curiosidad más que por el tema físico, que no es que sean mi tipo precisamente) por las criaturitas que os comentaba al principio a los que yo también llamo los motivados, los que se miran al espejo tras acabar a ver como se les marca el musculo, y que en la última repetición en cualquier maquina tienen que dejar el peso caer para que todo el mundo vea lo que son capaces de levantar, no es mi intención meterme con ellos, digamos que me divierte observarles.
Dificilmente veras a un Mazinger con un corredor de elíptica, son especies diferentes con sus zonas delimitadas y es raro que se mezclen, a no ser claro que la musculoca el megacachas quiera atraer a una nueva víctima hacia su grupito.


Pero si hay algo que me ha llamado la atención es el tema de la ropa, tengo la sensación (a lo mejor es solo eso, el recuerdo de que cualquier tiempo pasado fue mejor) que antes no había tanta diferenciación como ahora, basicamente dos clases: En primer lugar los que cogen la ropa más vieja que tengan por casa, las camisetas de publicidad que nos regalan y no sabemos que hacer con ellas, las camisetas dos tallas más grandes o las que ya están llenas de agujeros y con ellas para el gimnasio, total si es para sudarla.
Y en el otro lado del ring se encuentran los equipadisimos con ropa mega deportiva, las mallas, la camiseta térmica o de mejor transpiración, las zapatillas de trainning, los guantes con los dedos descubiertos, etc ...

Como una especie de Jets y Sharks en una lucha constante por la ropa que utilizan para ir al gimnasio al igual que en el caso anterior es raro ver mezclados a individuos de ambas especies.


Pero no queda ahí la cosa, si hay algo que me ha llamado más la atención que la diferenciación en la ropa, es el tema de los colores y los totalmente megacooooolllll colores fluor, lo que toda la vida hemos llamado fosforitos o fluorescentes para los fisnos, que ves a la gente andar por el gimnasio y no sabes si vienen a hacer deporte o es que traen el chaleco reflectante de la obra, y esos colores, esos morados, esos rosas, esos amarillos, me llamaréis antiguo pero a mi me parece de un horterismo que tira para atrás.




Pero en fin, dejemos esos temas y vayamos a lo importante, mi experiencia en el gimnasio, en primer lugar las clases, por supuesto el spinning, no hay marica de gimnasio que no haya ido a alguna clase de spinning, son divertidas, relativamente fáciles ya que tú eliges la intensidad y la dureza de la misma y se suda un montón, con lo cual te quedas con la sensación de que vas a adelgazar un montón, aunque en realidad la mayoría de lo que pierdes es líquido (sin chistes sobre el aceite, sería demasiado obvio) que vas a recuperar luego, pero claro no me podía quedar solo con el spinning, así que en un intento por probar cosas nuevas empecé a ir a clases de body combat, he de decir que son muy divertidas, aunque si que es cierto que hay algo a tener en cuenta, en las primeras clases vas a ir perdidísimo con la coordinación y vas a acabar muerto, así que no vayas de listo como me pasó a mi y te pongas a hacer una hora de gimnasio antes de entrar en la clase, porque el resultado va a ser que a los quince minutos ya no puedes ni moverte y estás deseando salir, en general ambas clases me están gustando y lo paso bien con ellas, las clases tipo zumba y similares ni me las planteo, porque si ya me pierdo con las coreografías del body combat que no suelen ser más que puño izquierdo, gancho derecho, patada izquierda, puño derecho, imaginate con un baile, mi coordinación y mi sentido del ritmo nunca es que estuvieran demasiado desarrollados.

Y tú pensarás, ¿qué tal te va?, te has convertido en una musculoca de gimnasio que se mira los biceps sin parar o al contrario has hecho como tantos y has pagado el gimnasio para tener la tarjeta e ir una vez cada dos meses, pues ni lo uno ni lo otro, me admiro de mi propia fuerza de voluntad ya que voy unos tres o cuatro días a la semana al gimnasio, lo cual para ser yo no está nada mal, y por otra parte, en ningún momento he pretendido ponerme cachas ni mucho menos, solo bajar algo de tripa y sentirme mejor conmigo mismo, que creo que es a lo que todo el mundo debería aspirar cuando comienza éste tipo de retos, de momento he perdido tres kilitos que no está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez que como en casa de G. me ceba como si fuera un cerdo que van a llevar a la matanza, así que poco a poco algo se consigue.

10 comentarios:

  1. Uy, pues ¡enhorabuena! Me fascina la gente que tiene esa capacidad para ir al gimnasio, porque a mí los gimnasios me parecen sitios de tortura.

    Debe ser algún trauma infantil. O una excusa que me pongo para hacer frente al "Consejos vendo y para mi no tengo", que igual debería hacer algo, ejem... Volviendo al tema... Como ya estarás todo cachas, cualquier MM se lo pensará dos veces antes de atacar.

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    1. Bueno, no diría yo tanto, además he salido de un pacífico que no veas, tengo muy mala leche de boquilla pero de violencia física menos que cero.

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  2. Si te ha gustado Body Combat,prueba Body Attack,que lo vas a flipar.

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    1. Pues habrá que echarle un ojillo también si, que variar es más divertido

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  3. Aahhh, que bueno es movilizarse de cualquier manera posible para sentirse mejor con uno mismo. Yo me planteé también como tu lo de apuntarme a un gimnasio pero al final me decanté por salir a correr. Porque soy un bicho raro para empezar y me gustan las actividades en solitario, y para continuar porque todo lo que describes de la fauna y las mallas de colores y tal me tira un poco mucho para atrás...así que terminé por sudar yo solito la camiseta respirando el aire libre.
    He reido mucho con el ataque de la MM, la manita que se desliza por el flanco y de pronto te pesca la lorza, jajajaja, ¡pero como son de malas!
    Ánimo y a disfrutarlo mucho, que es lo fundamental, majetón.

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    1. Yo tambén tuve hace poco una época que salía a correr, el problema es que soy muy perezoso y siempre estaba con el luego salgo más tarde, ahora como voy directo del trabajo al gimnasio no tengo excusa, si pasara por casa para salir a correr ya me quedaría tirado en el sofá.
      Y si, fijate a partir de ahora como el saludo a la lorza es muy común, aunque no digan nada todos tientan ahí para poder decir algo en el momento más indicado jejeje

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  4. notengotiemponotengointernet, pero te leeré y ah, pero... qué MM me siento :)

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  5. Jajajaja, como estaba esperando tu comentario, veo que no se te escapa una eh ;-)
    No pude ir éste finde a la firma de tu libro, y el domingo que vas con Maine tampoco, así que protegelo y no dejes que nadie más le acose que no sea yo eh

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  6. Yo llevo un mes sin ir (trabajo a tope), pero reconozco que le estaba pillando el tranquillo. Eso sí, yo tan pronto voy discreto como de fluorescente (mi amigo el ChoniBoy me llama "la gorda de verde", ¡así no tengo pérdida!).

    Eso sí, yo del spinning paso, que para ir en bici mejor me salgo al campo.

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    1. Jajajaja, que mala leche tu amigo, a mi es porque las clases me resultan entretenidas, también podemos hacer todo tipo de deporte en el campo, pero es que si no me obligo un poco ya me conozco

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