Método y ritmo

Como creo que ya os comenté hace un tiempo, la manera que más me gusta de hacer deporte es correr, me libera mucho el ir con mi música recorriendo metros, en un principio dándole vueltas a todos tus problemas e ir notando como mi mente se va despejando para simplemente concentrarme en la siguiente zancada, en ir improvisando el recorrido de ese día, vencer el cansancio y ser capaz de avanzar un poco más, un poco más rápido y llegar a casa cansado pero con cierta sensación de satisfacción, a mi es algo que particularmente me relaja mucho, pero también hace tiempo que os conté de mis problemillas que aún siguen sin resolverse para hacer mi deporte favorito, y como yo cabezón soy un rato (eso no hace falta que os lo cuente) no hago más que buscar modos de seguir haciéndolo.

Y tras investigar mucho por Internet una de las primeras cosas que aprendí, de manera autodidacta, es que al margen de las posibles lesiones que tengas uno de los motivos importantes para las dolencias puede ser el modo de pisar, así que tras mucho practicar y asimilar he conseguido ir cambiando mi pisada, para no hacerlo de talón, lo que provoca mucho más impacto y posibles dolores posteriores y hacerlo con el medio pie o metatarso, cosa que sin solucionar del todo el problema han agradecido muchísimo mis rodillas, es cierto que he notado que se me cargan más los gemelos y los tobillos tienen algo más de castigo, pero además de ir mejorando poco a poco según me voy adaptando, he ganado muchísimo con el cambio.

Otro de los cambios que he ido añadiendo es saber regularme mejor con el ritmo, es decir, hay veces que aunque sepas que puedes ir más rápido es mejor contenerse, en otras ocasiones te acomodas demasiado en un ritmo y aunque parezca que no puedes hay que forzarse para ir algo más rápido buscando tus límites, porque a la larga te va a venir mejor, tendemos a pensar que el ir más rápido puede hacer que te dañes más, lo cual no deja de ser cierto en algunas ocasiones, pero también es cierto que en otras un ritmo excesivamente lento hace que te sobrecargues demasiado, en encontrar tu ritmo adecuado para cada ocasión está la clave, en mi caso me ayuda mucho la música, ciertas canciones que me ayudan a conseguirlo, la cadencia de la música me guía en la velocidad y frecuencia de zancada.

Y a lo mejor en estos momentos estás pensando que a ti que coño te importa mis historias de cuando salgo a correr, pues por un lado eso puede ser cierto, pero por otra a veces no dejo de pensar que de pequeños nos inculcan mucho los valores que el deporte puede aportarnos, y lo que podemos aprender de él, en mi caso de correr, cosas como el perseverar en el intento, que porque una vez te hagas daño no significa que tienes que dejar de intentarlo, simplemente no cometer el error de querer volver a empezar de nuevo demasiado pronto, tomarte tu tiempo para recuperarte y cuando vuelves a intentarlo, pequeños cambios en tu método y ritmo pueden hacer que ésta vez la cosa vaya mejor.
Y es que en el fondo la vida no es más que una gran carrera de fondo, así que si, la vida y el deporte a veces tienen muchos puntos en común.