Así que en vistas de mi aburrimiento extremo tras una semana metido en casa en estado semifebril hoy que ya me encontraba algo mejor he decidido iniciar una aventura solo apta para los más valientes, realizar un reconocimiento en el nuevo y mastodóntico Ikea. El más grande de Madrid y el segundo más grande de España según la propia marca sueca con 39.400 metros cuadrados, vamos que si con dos vueltas en un Ikea normal te convalidan el camino de santiago aquí para dar una vuelta tienes que llevar el pasaporte sin caducar.
Como se ha puesto de moda ahora el nuevo Ikea está en medio de la más absoluta nada, eso si, le han puesto una parada de autobús justo en la puerta, que nuestra ansia consumidora no se vea frenada por ese impedimento. Si vas con coche el parking es absolutamente enooooorrrrrmeeeee y con ese sistema de lucecitas tan mono y moderno que te va indicando donde hay plazas libres.
Eso si, como aproximadamente la primera mitad son plazas reservadas para minusvalidos asi que por mucho que esté vacío te toca aparcar donde Cristo perdió la zapatilla, es curioso la cantidad de coches que había aparcados en esas plazas y que luego a todos se les olvidaba llevar la placa de minusválido puesta en el coche. También hay plazas para vehículos más grandes, siempre utilizadas de manera prudente por coches como ese Twingo que seguro que necesita de esa plaza para vehículos famliares.
Una vez dicho ésto, es exactamente igual que cualquier otro Ikea, con su zona de cocina llena de objetos cuquis para cocinar que nunca utilizarás, pero y lo que te visten la cocina eh. La zona de salón, el lejano oeste donde debes desenfundar el metro de papel aunque no te interese nada, da igual, la zona de niños donde se les sueltan las correas y los padres les dejan que se desfoguen un rato rompiendo cosas que después no van a comprar, la zona de velas que te da ganas de quemar todo el edificio, el restaurante que es lo que más lleno está, algún que otro casado de ojos traviesos al que le gustaría que la mujer se despistara un poco, mucha mari comprando detallitos, porque oye, ser pobre no implica no poder tener style aunque sea de Ikea
En fin nenes que es lo de siempre, que no os volváis locos, pero mucho más grande, con lo cual el momento agobio quiero salir de aquí como sea o cojo el nuevo modelo de hacha de la serie HUKKAB y empiezo a rebanar cabezas te acaba dando antes y más lejos de la salida, así que lleva bien preparado tu GPS para ir cogiendo todos los atajos, metiéndote en dirección contraria con tu bolsita amarilla con tres mierdecitas y creyéndote Imperator Furiosa (por favor puede haber nombre más molón?) cruzando el páramo en una lucha por tu vida.
Vamos que a no ser que tengas una curiosidad increíble por éste tipo de sitios vete a uno más pequeñito que vas a encontrar lo mismo. Y así sin venir a cuento (¿algo en ésta entrada lo tiene?) me despido con la para mi sin duda canción del verano y que debería estar sonando en todas vuestras fiestas y barbacoas sin solteros.
¿Ese es el Ikea de Alcorbronx, no? En cualquier caso no suelo pisar mucho los Ikea porque son la clase de sitios que me sugieren que si hicieran pruebas psicotécnicas para la gente que quiere tener hijos el mundo sería mucho mejor. Ya me dirás tú que educación le van a dar a un niño dos chonis de mierda que apenas se defienden con el castellano.
ResponderEliminarEn fin, abrazotes majete.
El de Alcorcón si, lo de la gente con los niños en Ikea es digno de estudio, lo que me parece raro es que no haya más accidentes y pérdidas de niños porque es increíble.
Eliminar¡Desgay, estás vivo!
ResponderEliminarNeno, ¿cuántos restaurantes tiene el IKEA cambiado de lado de Alcorcón? ¡Que nos lo cuentas dos veces! Así que o ves doble (por la fiebre, nadie malpiense) o te pusiste mucho más que gocho.
PD.1: ¡Parking subterráneo! ¡Qué lujuria!
PD.2: Chulo el vídeo.
Jajajaja pues al margen de los perritos de la salida nunca he comido en ningún restaurante de Ikea pero se me hizo tan largo el recorrido que lo vería doble. Lo del parking es para verlo, eso si, si eres legal aparcas a cien metros, pero es toda una lujuria si.
EliminarConfirmado: es una lujuria Es enorrrrrrmeeeeeee todo; el parking (qué altura, oiga) y lo de arriba. ¡Me ha encantado! Es lo de siempre pero... ¡qué amplitud!
EliminarJajaja, me he tronchado con lo de la convalidación del camino de Santiago...pues no sé, como aquí en provincias no tenemos ikeas resulta que nunca he estado en uno y por eso me he leído el post así como con asombro y maravillamiento. Si soy yo cargaba el cesto de mariconaditas cocineriles pero ojo que yo las iba a usar mucho, jaja.
ResponderEliminar...que la canción mola mucho pero aunque lleve tiempo sonando me gusta más la de Zara Larsson, ande va a parar.
¡Y que gusto calorcico, si aquí hoy a duras penas llegamos a los 20 grados! Que reparto más desigual de grados termométricos, así está el mundo.
...oye criatura, ¿pero qué te pasa que de un post a otro siempre andas con algún virus encima?
¡Un abrazo gordo! Y ánimo con el hijoput...con el jefe y con las temperaturas.
Ay neno debe ser la edad, que ya estoy lleno de achaques. Pues mira para tus mariconaditas cocineriles igual te venía bien un paseo por el mundo Ikea, pero en vista de como tienes de abandonado el molde de silicoña azul no sé yo.
EliminarVoy a investigar a la Zara Larsson ésta.
Abrazotes
Me encanta el calor. Con decirte que hoy he comido cocido se ve lo poco que lo sufro. Otra cosa es que tuviese esa fiebre, entonces igual de jodido que todo el mundo.
ResponderEliminarNo he estado nunca en un IKEA, así que gracias por hacer el resumen. Creo que podré sobrevivir como hasta ahora sin ir a ninguno.
Ánimo con esa fiebre y un saludo.
La fiebre por fin está olvidada. El calor, uffff, es curioso que hace años me encantaba, pero según me he ido haciendo viejo y pellejo cada vez me cuesta más soportarlo. Respecto al Ikea, hombre como superficie es un coñazo pero luego tiene cosas muy útiles
EliminarYa sonó.
ResponderEliminar¿Sin solteros?
Apúntate a la jockstrap party
Vayame apuntando
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