Revival Weekend

Fin de semana preorgullo y yo aún pensando si unirme a la marabunta que inundará chueca en particular y Madrid en general o huir en busca de destinos playeros y más tranquilitos, el bando fiestero librará una dura batalla contra el bando que odia las aglomeraciones y gruñe ante la posibilidad de tener que guardar una cola interminable en la entrada de los mismos locales a los que puedes entrar cualquier fin de semana, en fin, veremos cual es el vencedor final, me río yo de la guerra franco prusiana ante semejante conflicto.

Mientras tanto éste fin de semana ha sido una vuelta ha sido una especie de regreso a tiempos pasados, empezando por el Viernes con salida por Malasaña, hacia ya unos cuantos meses que no salía por la que durante mucho tiempo fue mi zona predilecta de salida, pero reconozco que acabé un poco saturado de tanto hipster y modernuqui, pero la verdad que fue tan agradable como lo recordaba, sitios tranquilitos con la música al volumen suficiente para poder hablar y con un aforo no masificado en la mayoría de las ocasiones (¿qué no sabes que es un hipster?, pero bueno en que mundo vives si es el término de moda desde hace ya mucho tiempo, a googlear ahora mismo).

Esa misma noche y después de una dura negociación, porque como ya sabéis, al final siempre me muevo yo, convenzo a G para que se venga a casa para ayudarme a hacer un zafarrancho de limpieza el día siguiente.

Mañana de sábado y a limpiar como locos, esto casi se podría considerar un momento revival también porque hacía ya tiempo que no realizaba yo una de éstas y falta que hacía porque alguna mañana pensaba que estaba en el lejano oeste tras ver alguna pelusa volar por el pasillo, solo faltaba la música de Morricone para darle más ambientación, en fin, he de reconocer que G se comportó como un campeón ayudándome un montón así que acabó agotado como yo y en vistas de que él no perdona ni una sola siesta después del palizón mañanero en éste caso no iba a ser menos, así que mientras yo zapeaba buscando en que entretenerme me encontré la verdadera joya del fin de semana, en Paramount Channel (ya que nos quitaron laSexta3 no hay muchas más opciones) echaban Footloose, ya me habían alegrado la tarde.

Y como lo disfruté, momentazo ochentero a tope, reconozco que creo que es la época que más disfruto del cine, son películas tan inocentes que es inevitable no adorarlas, en éste caso nos encontramos con el típico pueblo perdido en medio de la América profunda y a la que llega el también típico chico de ciudad dispuesto a poner patas arriba los cimientos del pueblo en su lucha contra una ley que prohíbe el baile y claro, el chaval tiene que desfogar las hormonas juveniles todo lo sabemos. Resulta gracioso hoy en día ver como una película a la que se le intenta dar cierto tono transgresor, con esa hija del reverendo en plan zorrilla gritando en la iglesia que ni siquiera es virgen o ese Kevin Bacon malote producto de una familia desestructurada (y ya en los ochenta, wooowwww)I tirando de cerveza, cigarro y bailes supuestamente provocadores en realidad tiene un trasfondo tan tradicional en cuanto que te paras a pensarla un poco, aún así un gustazo disfrutar de esos momentazos como el reto de los tractores (ya os dije que era entrañable) o ver a la gran Carrie Bradshaw vestida con una rebequita de lana saliendo de la iglesia, quién se lo iba a decir años después, por no hablar de los números musicales, no pude evitar menearme en el sillón (con el baile, mentes sucias que tenéis).

Después de semejante tarde como suponéis yo estaba ya con los pies en danza, así que en un ejercicio de alto riesgo y para mi asombro conseguí convencer a G para ir a Griffins, siglos hacía que no íbamos, pero nos habían dicho que ahora los sábados había una fiesta de osos y que se animaba bastante.

Curiosamente el 75 % de la gente que había era la misma que estaba la última vez que fuí hace más de un año (esto más que revival fue momento deja vu), y bueno, quizás había algún oso que otro por ahí suelto si, pero vamos que si vais buscando osos no creo que sea vuestra mejor opción, en fin, que después de emular un rato a Kevin Bacon en un rinconcillo, porque el tema del centro de la pista como que nunca me ha motivado, llegamos al otro gran momentazo de la noche. Como todos sabéis al final por Chueca nos acabamos conociendo todos, especialmente las parejas, todos sabemos quién está con quién porque no os engañéis, todos tenemos nuestro punto cotilla-observador, sea en mayor o menor porcentaje, he de decir que yo siempre he sido muy de vive y deja vivir y jamás se me ocurriría decir he visto pepito con juanito cuando su pareja es dieguito pero la situación me llamó muchísimo la atención, veo a pepito y dieguito, pareja de las típicas que te puedes encontrar cualquier fin de semana, pepito hablando con un osete, que para eso es la fiesta de los osos y hay que ser sociable y hacer amistades por supuesto, hasta ahí todo bien, pero en éstas que observo, que cada vez que su pareja se va a por una copa, al baño o se da la vuelta, pepito y el osete se pegan unos magreos de impresión, pareja abierta pensaréis, no te digo que no, pero el tema de te meto mano justo cuando tu novio no mira y cuando se da la vuelta hacemos como si no estuviera pasando nada me hace pensar que ahí lo que más había era un rollo morboseo a ver si no nos pillan, qué a ti que coño te importará podéis pensar también, pero la la cosa está en que el tema era tan absolutamente descarado que una cuarta parte de la planta baja del Griffins estaba pendiente de la jugada.
Menuda panda de maricas cotillas y reprimidas que estáis hechas seguiréis pensando, pero comprended que pasar de ver a Sarah Jessica Parker saliendo de la iglesia a ver a un tio meterle la mano en el pantalón para tocarle el rabo a otro mientras su novio se da la vuelta fue un cambio demasiado brusco para mi mente.

Por cierto, ya que he hablado de footloose y de momentos revival no puedo dejar de poner éste estupendo vídeo del programa de Jimmy Fallon, os recomiendo enormemente suscribiros al canal del programa en YouTube porque tiene vídeos realmente tronchantes, si tenéis miedo por no tener demasiado nivel de inglés tranquilos que se entiende casi todo perfectamente y así descubrís un estupendo presentador que sabe como manejar un programa de humor cediendo el protagonismo a sus invitados y sin querer ser continuamente el centro de atención, y no estoy mirando a nadie Pablo Motos.